Por Aracelis Tortolero
Mestra Reiki Usui Tibetano
Naturópata
En el transcurso de su experiencia el Maestro Usui creó los cinco (5) principios Reki para que los reikistas lo adaptasen como parte de su vida diaria y para transmitir esos principios a sus pacientes.
Son cinco (5) sencillas reglas de vida diaria cuyo
seguimiento te garantizarán una vida plena. El maestro Usui, quien era de
creencia cristina, los ideó al percatarse que los procesos de curación
energética necesitaban una actitud mental positiva y activa por parte de los
pacientes y del reikista. Estos preceptos coadyuvan a la efectividad del
tratamiento y a que los efectos de la sanación energética sean duraderos.
En cierto modo son una filosofía de vida:
1. Sólo por hoy, no te preocupes
2. Sólo por hoy, no te
enojes
3. Sólo por hoy, Sé amable, Honra a tus Padres, Maestro y
Anciano
4. Sólo por hoy, trabaja diligentemente
5. Sólo por hoy, da las gracias al creador por todos los dones de tu vida
El seguimiento de estos preceptos, sin duda alguna,
permearán en tu cuerpo y mente para generarte un estado de bienestar y
felicidad que probablemente nunca has sentido.[1]
Veámoslos en detalle.
En los diccionarios encontramos dos sencillas definiciones de preocupación: 1) “estado de inquietud y temor producido por una situación problemática”, 2) “ofuscación del entendimiento”. Se ve entonces que la preocupación está íntimamente relacionada con inquietud o temor y en esos estados no se puede pensar con claridad, es por eso que la segunda definición alude a la ofuscación del entendimiento. En suma, si estás preocupado eres incapaz de ver todo el panorama para pensar apropiadamente y en consecuenciaencontrar una solución al problema. Por el contrario te mantienes con miedo y pierdes la fe en el futuro. Te conviertes en una persona temerosa y ansiosa.
Te has preguntado alguna vez por qué te preocupas. Si no
puedes resolver el problema, ¿qué ganas con preocuparte? Ahora bien, ciertamente
muchos nos preocupamos por algún problema real en el presente y con
probabilidad de solucionarlo. Pero incluso, si este es el caso, en vez de
preocuparnos, ponernos las manos en la cabeza y pasar noches tras noche de
insomnio, debemos "ocuparnos", o sea, emplearnos a fondo en buscar
una solución, porque a la larga es mejor ponerte a pensar en lo que puedes
hacer para encontrar soluciones, que vivir preocupado. Y lo primordial es
tener fe en que Dios te ayudará a encontrar esa solución.
Fuente: La imáen fue bajada de https://wilmancuellar.com/preocupacion/
Otra fuente de preocupación es nuestro futuro y por eso
tratamos de ejercer control sobre él. Pero ¿no es una gran tontería preocuparse
por algo que desconocemos?, porque la verdad sea dicha ¿quién de nosotros sabe
su futuro?, a todas vista no puedes controlar algo que desconoces, entonces
¿vale la pena que te preocupes? Vive el hoy, mañana será otro hoy, pero
mientras no llegue ese futuro tu ni
nadie sabes cuál es.
Por último, nos preocupamos por cosas banales asociadas a
tener: tener más dinero, tener un carro último modelo, tener la ropa de marca,
tener poder. El sacerdote Anthony De Mello nos dice que así nos ha programado
nuestra sociedad, para que no podamos ser felices sin poder, dinero, fama,
éxitos, el amor de esa persona, un cuerpo escultural, una cara de modelo, un
cargo en la empresa, etc., y en consecuencia nos aferramos a esas personas o
cosas y luchamos denodadamente por poseerla o por no perderlas. Al final
llegamos a una “…dependencia emocional… hasta el punto de concederle el poder de
hacerte estremecer al conseguirla, de angustiarte ante la posibilidad de verte privado
de ella y de entristecerte en el caso de perderla efectivamente.”
(De Mello, 1991, p. 24).
Por favor, pregúntate, ¿estás temeroso porque no puede
alcanzar tu deseo? Cuando te sientes triste o “depre”, ¿acaso es porque no
tienes eso que crees te hace feliz? Si sientes envidia o celos ¿acaso es porque
no tienes lo que el otro tiene?, o ¿por qué sientes que alguien te puede quitar
lo que tienes? Hay que liberarse de esas ataduras mundanas, de los apegos innecesarios que la sociedad te ha generado. No se
trata de renunciar a una vida cómoda, tampoco de tener fuerza de voluntad para
dejar de “querer tener”, ¡NO!, se trata simplemente de tomar conciencia que si
podemos ser felices sin esos apegos. (De Mello, 1991).
Consecuencias
de las preocupaciones.
Un efecto de la preocupación son los trastornos de ansiedad.
La ansiedad es un sentimiento de inquietud, nerviosismo, temor o pánico. La
ansiedad es la que nos permite ponernos alerta ante situaciones desconocidas, o
situaciones de peligro. Hay niveles normales y sanos de ansiedad, pero cuando
alguien se preocupa demasiado y por demasiadas cosas y de paso por cosas banales,
no verdaderamente importantes para la vida humana, estamos en presencia de una
potencial persona con trastornos de ansiedad.
El Maestro de los Maestros,
Jesucristo ya lo dijo:
“…No se preocupen por lo que han de comer o beber para vivir, ni por la ropa que han de ponerse. ¿No vale la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? Miren las aves que vuelan por el aire: ni siembran ni cosechan ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes que está en el cielo les da de comer ¡Y ustedes valen más que las aves! En todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora? [1]
Fuente: https://www.pinterest.com/pin/533817362062342364/?lp=true
¿Y por qué se preocupan
ustedes por la ropa? Fíjense cómo crecen las flores del campo: no trabajan ni
hilan. Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo,
se vestía como una de ellas. Pues si Dios viste así la hierba, que hoy está en
el campo y mañana se quema en el horno, con mayor razón los vestirá a ustedes, ¡gente
falta de fe! Así que no se preocupen preguntándose: ¿Qué vamos a comer? o ¿Qué
vamos a beber? o ¿Con qué vamos a vestirnos?
Todas estas cosas son las
que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe
que las necesitan. Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de Dios y
en hacer lo que Dios exige, y recibirán también todas estas cosas. No se
preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse.
Cada día tiene bastante con sus propios problemas. (Mt 6.25-31)
Comienza a practicar el
primer principio desde hoy. Elije algo que constituya una preocupación para ti
y sólo por hoy no te preocupes: mantén tu mente limpia. Pide ayuda a Dios y ten
fe que se te concederá. Primero está Tu vida.