Introducción
Comenzaremos por establecer ¿qué es el aura?
El nombre de aura que se
le da al campo energético humano, deviene del hecho en que su manifestación a
través de la percepción es como una aureola o “halo” que envuelve el cuerpo
humano.
Su conocimiento como una energía que irradia el ser humano”… data, posiblemente, de los orígenes del hombre, si tomamos como referencia los tratados antiguos de diferentes culturas que nos hablan de la energía magnética que emana de todas las criaturas, si bien la mayor tradición al respecto la encontramos en el mundo oriental…” (e-Reiki,2012, sp)
Su conocimiento como una energía que irradia el ser humano”… data, posiblemente, de los orígenes del hombre, si tomamos como referencia los tratados antiguos de diferentes culturas que nos hablan de la energía magnética que emana de todas las criaturas, si bien la mayor tradición al respecto la encontramos en el mundo oriental…” (e-Reiki,2012, sp)
Aunque a algunas personas les cuesta cree o
aceptar la existencia de esa energía o aura humana por considerarla,
peyorativamente, objeto de prácticas esotéricas. Lo cierto es que modernamente
las ciencias biológica y médica no tan sólo han logrado medir campos de energía
que produce el cuerpo humano (por ejemplo: el electroencefalograma, el,
electrocardiogramas y los instrumentos fotosensibles etc.) sino que le han dado
el nombre de biocampos o campos bioenergéticos.
Aún más, hay estudios que siguen el método científico
que han comprobado no solo que se puede medir con aparatos, sino que personas
con elevada percepción extrasensorial, la pueden percibir en su forma, colores,
densidad y anomalías. Tal como los demuestra un investigación emprendida en
Estados Unidos, en la Universidad de California (UCLA), que han demostrado la correlación entre el
campo energético humano medido con instrumentos de precisión y el percibido por
parte de personas sensibles (Brennan, 1993).
Composición general
En cuanto a su composición, la bibliografía
revisada indica que está compuesta por capas, que reciben denominaciones
diversas: entre ellas comentamos la de la corriente metafísica de Conny Méndez
que las llama “vehículos”, la de la corriente norteamericana de La Dra. Brennan
quien los denomina cuerpos (Brennan, 1993: Egea), en Reiki se les conoce como
cuerpo sutiles (Gómez 2011) y es menester acotar que se le da la denominación
de aura a la primera capa en orden al cuerpo físico.
En todo caso, la consideración es que cada capa o
cuerpo conforman un “holos”, es decir, no son capas separadas nítidamente unas
de otras sino que se interceptan o interpenetran unas con otras Y que además se
conectan con un campo de energía más amplio que abarca el universo como un todo
y va más allá a nuestra fuente en la Divina presencia
No se entrará a discutir lo correcto o no de la
terminología, ya que se considera que el aspecto más importante deriva del
hecho que su existencia ha sido comprobada a través de mediciones. Preferimos
abordarla desde la perspectiva del campo energético humano o campo aural que es
tanto un hecho físico como una realidad Divina integrada por capas o cuerpos.
Cualidades del campo aural
Algunas cualidades del campo aural son las
siguientes:
1. El campo puede ser detectado científicamente en sus
componentes magnéticos, electrostáticos, térmicos. También, las investigaciones
han aportado datos acerca de su composición por partículas en movimiento tal
como un fluido. (Brennan, 2008)
2.
Lo anterior no significa duda para el común de la gente, pero
hay aspectos del campo aural que no pueden ser explicadas científicamente, tales
como su color, la duplicación a nivel cetérico y del duplo etérico del cuerpo
humano, cosa que solo pude ser percibida por una mente con capacidades extrasensoriales.
3.
Las vibraciones energéticas de aura, a nivel de la primera
capa, pueden ser percibidas por manos adiestradas: estas percepciones pueden ser
de ondas de calor, vibraciones, hormigueo. Algunos pueden “mirar” colores u
olores. Más abajo te recomendamos leer el artículo sobre la conciencia
ampliada.
Para los reikista el trabajo con las manos en el
proceso de sanación involucra la reparación, equilibrado y recarga del campo
aural. Por eso el conocimiento y comprensión
cabal de la composición de cada capa, junto con las chacras correspondientes y
su relación con el cuerpo físico, los sentimientos, las emociones, los pensamientos
y la espiritualidad, sin duda nos ayudará enormemente en las prácticas de
sanación.
Volveremos sobre el tema para referirnos sobre
cada una de las capas aurales
Referencias bibliográficas
Brennan, A (2008). Manos que curan. Editorial Arte:
Venezuela
Brennan, A (1993). Hágase la luz. Manos que curan 2. Nueva
Era: España)
Egea, A (2009). Sistema práctico. Relajación, meditación, respiración
y contemplación. Ray Sol: Venezuela.
e-Reiki (2012). El aura humana y sus colores.
Consultado en junio del 2012 de la Web http://www.reiki.org.ve/auraysuscolores.php
Gómez, P (2011). Riki Usui
Tibetano Nivel I. Manual del taller.
La figura fue bajada de: http://puliziadellaura.blogspot.com/2011/06/limpieza-del-aura-los-cristianos-centro.html