15.7.13

EL AMOR DIVINO: LA SEXTA CAPA DEL CAMPO ENERGÉTICO HUMANO




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 Preámbulo

Esta capa junto con la quinta (la voluntad divina) y la séptima (conocimiento divino) corresponden al plano de nuestra Personalidad Superior o Yo superior. En  artículo anterior a éste, abordamos la quinta capa o patrón etéreo (la primera del Yo Superior). Corresponde ahora dedicarnos al cuerpo celestial.
El amor divino o cuerpo celestial se identifica con las emociones pero en un plano elevado,  porque es la capa del campo energético humano (CEH) mediante la cual somos capaces de experimentar el éxtasis espiritual, ese estado, mediante el cual nos alejamos del “maya”; es decir, del mundo ilusorio donde vivimos día a día, un mundo matizado por un materialismo acentuadamente superfluo, gaseoso, banal y por supuesto eliminar de nuestros repertorio personal conductas asociadas al “maya” : la exacerbada individualidad, el egocentrismo, la vanidad,  el apego a las cosas materiales, a los cargos,  a lo utilitario y, de otros comportamientos que nos caracterizan en este lugar terreno signado por una feroz competencia por llegar a ser “alguien” reconocido y de prestigio. Al desprenderte de ese artificioso mundo ¡sorpresa! observarás el mundo real, el de la belleza, el del verdadero bienestar.

Dios está en nuestro corazón

El amor divino, lo tenemos al alcance de nuestra mano “… no está muy lejos, en realidad, no más lejos que el propio corazón del hombre, y tan cerca como la vida que sustenta sus días y sus noches. Si el hombre lo siente muy lejos es por mera ilusión…” ( Brunton, 1994, p. 286). 

De hecho, el corazón simboliza la vida y el amor que sentimos, porque si el corazón no late no hay vida y, aún con vida y con un corazón latiendo, pero frío como el hielo o duro como una piedra, tampoco tenemos corazón y por tanto, tampoco tenemos vida.

El amor divino lo podemos experimentar con asuntos tan aparentemente triviales como por ejemplo: escuchar una hermosa música u observar la belleza de un amanecer. Pero también se siente con actos de verdadero amor incondicional hacia uno mismo y hacia los demás. Porque en el fondo se trata de aceptar que todos somos de una misma hechura de Dios, somos simples seres humano.




Para los que somos católicos, la simbología de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, lleva explícita la certeza que Dios está en nuestros corazón…” En todo corazón humano se dice que se guardan los sentimientos del amor y precisamente, el Corazón de Jesús es el símbolo de este amor infinito que Él tiene por nosotros…”  (La verdad Católica, 2013) amor que se nos dona en la eucaristía, pero no para que nos lo quedemos sino para que lo compartamos. Pero no puedes dar algo que tu  no tienes, de forma que debes experimentarlo primero.

¿Cómo acceder al sexto nivel?


Al experimentar el amor divino nos transportamos  hacia un estado de bienestar, de plenitud, de gozo, cuya intensidad no es posible expresar con palabras. Ciertamente lo pensamos, pero a la vez lo sentimos, ahí, en nuestro centro cordial, nuestro maravilloso corazón, ese sagrado espacio que es donde se manifiesta el sentirse “uno con Dios”.

En este nivel del amor divino tenemos la necesidad de alcanzar el éxtasis o embeleso espiritual. Suena complicado, pero no lo es. A lo mejor lo has experimentados muchas veces y no te has dado cuenta. Las verdades que encontraremos son tan de sentido común que nos preguntaremos ¿¡cielos!, pero qué he estado haciendo hasta hoy?

Hay varias maneras de alcanzar ese estado

La más sencilla es abandonarse a las hermosas cosas que hay en la naturaleza. Los maravillosos colores de una puesta o un ocaso del sol, el sonido de las olas o de un arrollo, el canto de los pájaros, entre otras muchas maravillas que vemos, pero no miramos. Para esto basta con ponerse en contacto con la naturaleza tantas veces como queramos (o podamos) y aislarse simbióticamente junto con ella.

Otra forma es mediante la música, pero no se trata de la que compartimos en una bulliciosa y ruidosa fiesta, no, ésta evidentemente nos alegra, recrea, relaja, pero indudablemente no te llevara jamás a ese estado de paz y alegría interior del que hablamos. Así que decanta un lugar y elige, si es tu caso, esa música que te deleita hasta ponerte a volar, abandónate con esa sensación indescriptible de bienestar, de amor, de belleza interior.


Por último, puedes practicar la meditación  como un medio para nutrirte espiritualmente y ver e identificar partes de las no te habías percatado, descubrirás un mundo nuevo, experimentarás al decir de Bernnan (1994) el "holograma universal”. Por supuesto hay variadas formas de realizar meditación, asunto imposible de abordar en las cortas línea de este artículo. Te recomiendo que busques grupos que se reúnen para meditar, compra libros de autores expertos en esta temática, interésate y practica.


Atrévete a entrar en ese mundo de la meditación, al final descubrirás que en ti hay un ser maravilloso, capaz de amar y amarse incondicionalmente.

Namasté

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Referencias Bibliográficas


La Verdad Católica (2013). Conozcamos nuestra fe católica: (59) el Sagrado Corazón de Jesús. Consultado en julio del 2013 de sitio Web: http://www.laverdadcatolica.org/F59.htm

Brunton, P (1994) La sabiduría del Yo Superior. Edt. Kier:Buenos Aires:

Brennann B (1994). Hágase la luz: manos que curan 2. Libergraff s.a.: España

Las imágenes fuero bajadas de:
http://merche-rincndelsilencio.blogspot.com/2013/05/blog-post_7083.html











4.5.13

EL PATRÓN ETÉREO. UNA DE LAS TRES CAPAS DE ORDEN SUPERIOR DEL AURA HUMANA


Preámbulo

En artículos precedentes hemos conversado, por separado, sobre las cuatro primeras capas del campo energético humano (CEH). Hemos comentado sobre como la primera capa se relaciona con la fisiología del cuerpo humano, la segunda con el aspecto emocional, la tercera con la parte mental o  pensamiento.  En el último post se presentó la cuarta capa, que está asociada con el chacra del corazón (Anahata), la cual marca el puente entre nuestro yo físico y las energías superiores, de manera que todo lo que fluye de las tres primeras y tres últimas capas pasan por esa membrana de difusión que es las cuarta capa.

En efecto, se comentó, que el cuarto nivel del CEH sirve de vehículo para las sensaciones “hacia el alter” a través del deseo, afecto, devoción y del amor. Es la capa de nuestras interacciones con todos los aspectos del entorno; es decir, Yo y las otras personas, Yo y los otros seres animados (plantas, animales), Yo y el planeta, Yo y los objetos inanimados. (Powell, 1927; Brennan, 1994). Pero también se expuso que la cuarta capa conecta a las tres inferiores del ámbito terrenal, con las tres superiores pertenecientes al mundo espiritual. Gracias a esa conexión mediada por el chacra del corazón, somos capaces de ejercitar cualidades superiores como: el amor, la bondad, la tolerancia, el respeto, la compasión, entre otras y eso es lo que permite que nos hagamos mejores seres humanos y evitemos ser un mero “Yo bruto”.

Nos corresponde ahora tratar, en tres artículo sucesivos, sobre las tres capas superiores, mismas que marcan una realidad atinente a nuestras necesidades en un plano superior: la voluntad divina, el amor incondicional y la mente o conocimiento divino.


El de hoy lo dedicamos a la quinta capa, que es de nuestra conexión con el Plan Divino, ese plan para y por el cual estamos en esta vida.

Tenemos un doble muy particular

La quinta capa es denominada el doble etérico, porque contiene, tal como un molde, la forma del cuerpo humano de que se trate. Una forma sencilla de poder entenderlo es imaginándolo como un gemelo del cuerpo físico denso, pero nebuloso e inverso, porque su perspectiva es tal como si nos viéramos en un espejo o como el negativo de una película. Ese doble se conecta con el cuerpo físico mediante un cordón compuesto de materia etérica. Es de apariencia gaseosa y de color gris azulado.
Ilustración del denso y el etérico


Dios dentro de nosotros

El doble etérico es también el nivel o capa que tiene que ver con la voluntad divina en el aquí; es decir, la voluntad divina en el mundo físico. En este nivel del CEH se opera la conexión entre el cerebro y la conciencia superior, es decir, la de Dios. Esa voluntad que existe dentro y fuera de uno y marca el por qué de nuestras interrelaciones.

Cuando actuamos con la verdad suprema en nuestras interrelaciones, se dan los diferentes procesos de aprendizaje, que es una guía para lo que realmente vinimos e este mundo. Cuando actuamos en concordancia con esa voluntad divina, nuestra razón se torna verdad y esa verdad, siguiendo el camino trascendente, se torna en madurez y sabiduría. Nos hemos llenado de fe, de desapego, nos separamos del ego. (Brennan, 1994)
Abrirse a la voluntad Divina

La mayor parte del tiempo uno cree que esa voluntad divina es externa y como consecuencia, buscamos ansiosos que alguien nos diga qué debemos hacer o nos empecinamos en querer averiguar el por qué de todas las cosas.  Pero también sucede que nos han imbuido de imágenes negativas acerca de la voluntad de Dios. Si no cumplimos la voluntad de Dios estamos en pecado, no puedo hacer nada por cambiar la situación porque es la voluntad de Dios, el tiempo de Dios es perfecto y con  eso explicamos cualquier cosa por abominable que sea.

Pues la realidad es que la voluntad de Dios está dentro de cada uno, no es externa. Así como el odio, el temor y el amor son intrínsecos y no extrínsecos, la voluntad de Dios es "…el más que el > o el . Se basa en la responsabilidad más que en la culpa (…) en la libertad más que en el control de los demás…"(Brennan, 1994, p. 284)  


Relación entre el doble etérico y el cuerpo físico denso

Realmente el doble etérico es un vehículo de Prana o Energía Vital del cuerpo denso. Bajo ciertas circunstancias se puede separar del denso “… por accidente, por muerte, con anestésicos tales como éter o gas, o por mesmerismo…"  (Powell, 1925, p. 5).  Al separarse, ambas capas quedan conectadas mediante un cordón energético que transmite la energía vital, de manera que cuando se separan el doble y el denso, se produce una disminución de la vitalidad.  En el caso de la anestesia y  desmayos el doble etérico queda envuelto en el cuerpo astral, pero igual hay una pérdida del prana y esto es lo que explica que luego de despertar nos se tenga conciencia de lo ocurrido. Por el contrario, cuando la separación ocurre por fallecimiento desaparece inmediatamente el cordón energético que conecta a ambas capas del CEH.

Ocurre también, que al ser una plantilla del cuerpo físico, al desaparecer una parte del cuerpo queda empero su impresión etérica. Por ejemplo, "personas que han perdido un miembro por amputación se quejan, a veces, de dolores en las extremidades del miembro amputado (…) en el lugar en que el miembro estaba. Esto se debe a que la porción etérica del miembro no se ha desprendido de la porción física densa, sino que todavía se encuentra allí (…). De manera que (…) puede haber sensación en el miembro etérico y transmitirla a la conciencia (Powell, Op. Cit., P6) y por eso se siente dolor, picazón u otra sensación tal como si el miembro estuviera ahí.

 La salud y el doble etérico

Hay una relación recíproca entre todas las capas inferiores y el cuerpo físico. El cuerpo físico se deteriora más rápidamente y se enferma, por el estilo de vida, pero también sabemos que hay dolencias a nivel del cuerpo físico que pueden ser ocasionadas por perturbaciones en las otras capas; a saber: mental, emocional y astral.

Como hemos advertido, el doble etéreo es una imagen energética perfecta e inversa del cuerpo físico, de manera que cualquier dolencia en el cuerpo se evidencian en el doble etérico.

Es tan íntima la conexión entre los cuerpos etérico y denso, que también se da la reacción inversa, de forma que, un daño infligido al Doble Etérico aparecerá como una lesión en el denso; "...es éste un caso del curioso fenómeno de repercusión. Es bien sabido que tal repercusión puede ocurrir también en el caso del cuerpo astral; bajo ciertas circunstancias un daño a este último se reproduce en el cuerpo físico." (Powell, 1925)

De acuerdo a lo anterior, si curamos el Doble, curamos el denso y también beneficiamos a los otros cuerpos.
Aplicación de Reiki

Al ser el Etéreo “Fuerza Vital” o “Prana, la curación se realiza mediante el aporte de la misma a través de la canalización energética con base a la terapéutica y técnicas aportadas por el  Reiki. Esta práctica abarca desde la simple canalización para armonizar los cuerpos energéticamente, hasta el uso de la visualización sana de los órganos y partes enfermas y las cirugías astrales. El guante Reiki, el Boysen Reiki Ho, alisado de aura,  átomo Reiki, se cuentan entre ellas. (Gómez, 2011)

Con la visualización se pueden advertir los focos de materia etérea enferma, o atascadas en las diferentes partes del doble (órganos, miembros, sistemas, etc.) y trabajarlos energéticamente o con cirugías astrales. Para esto es muy conveniente que el terapeuta Reiki tenga buenos conocimientos de anatomía y fisiología humana y obviamente que desarrolle su capacidad de percepción ampliada.

Muy importante es que el Reikista sea una persona sana desde todos los puntos de vista, por eso la práctica diaria de los principios Reiki, las meditaciones y las auto-sanaciones son herramientas que los reikistas debemos utilizar sistemáticamente.

Por último no hay que descuidar el cuidado y limpieza constantes de las manos, pero especialmente antes y después de las canalizaciones energéticas. Esto es especialmente importante cuando se eliminan impurezas y atascos del Doble Etérico. Se pueden sacudir las manos fuertemente, hacia la tierra y fuera de uno una vez finalizado, o bien lavarse las manos bajo el chorro en el lavamanos, algunos reikistas realizan lavado energético imaginando una luz limpiadora en las manos a la vez que las frotan y sacuden hacia abajo.

Para alinear tu Doble

Repite esta oración todos los días:
Son
“Afirmaciones para alinearse con la voluntad divina: Me comprometo con la voluntad de Dios. Entrego el corazón y el alma a Dios. Merezco lo mejor de la vida. Sirvo a la mejor causa en la vida. Soy una manifestación divina de Dios (Brennan, 1994, p.284)

Namasté

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Referencias Bibliográficas

Brennan, B (1994).  Hágase la luz. Manos que curan 2. Libergraff. S.A: España.

Gómez, P (2011). Manual reiki Usui Tibetano: Nivel I. Autor: Caracas.
Powell. A (1925). The Etheric Double: The Health Aura of Man. Colección Teosofía. Consultado en abril del 2013 de sitio Web





3. http://lujan.olx.com.ar/sesiones-de-reiki-armonizacion-de-chakras-y-limpieza-energetica-iid-474352188

16.2.13

LA CUARTA CAPA DEL CAMPO ENERGÉTICO HUMANO: EL CUERPO ASTRAL


Introducción

Muy apropiado; en este mes del amor y amistad, enfocar nuestra atención en la cuarta capa del aura humana, porque es la que se encuentra relacionada en forma más directa con el chacra del corazón.

Como se ha reiterado, el campo energético humano (CEH) está conformado por siete capas. Las tres primeras capas del CEH se encuentran aterrizadas en el Yo y son por así decirlo "terrenas" por eso se les denomina también las "auras de la salud" ya que por su estructura y fisiología nos dicen mucho sobre el nivel de salud de una persona.

La primera capa se relaciona con las sensaciones físicas asociadas directamente al cuerpo en su parte física: placer, dolor y comodidad física; la segunda capa atiende al cómo nos sentimos con nosotros mismos: auto emociones y auto sentimientos y  la tercera se asocia con la armonía entre la llamada lucidez de nuestras conductas y los procesos mentales.

Imagen  descriptiva de un viaje astral

En cambio, como veremos, la cuarta capa o cuerpo astral, es la frontera entre esas tres capas y las otras tres (patrón etéreo, celestial y patrón cetérico) que se corresponden con aspectos de orden superior o de la personalidad superior[1] . El cuerpo astral se manifiesta no solamente cuando se está en vigilia, sino también cuando se duerme, cuando se hacen ciertos tipos de meditación e incluso en la muerte.

Este artículo se restringirá a aspectos del cuerpo astral que se corresponde solamente al estado de vigilia.

Sobre el yo-tu del cuerpo astral


Astral es una palabra sinónimo de estelar (estela, estrellas). 


A la cuarta capa del CEH tal vez se le llama así, nos sólo por su peculiar apariencia luminosa que puede adquirir múltiples colores dentro del espectro del arcoíris, sino también, porque se extiende hacia afuera mediante ráfagas o haces de luz que semejan una estela, por las que se conecta (la más de las veces sin percatarnos)  con las de otras personas y cosas, configurando así un mundo de percepciones que escapan del mundo de los sentidos.    

Interacción con la capa astral
Acaso alguna vez has percibido que alguien, que ni siquiera conoces, te cae antipático no más al acercarse a ti, o todo lo contrario, te parece que se conocen de toda la vida. Probablemente has escuchado que entre personas que comparten una actividad como la música se generan interacciones energéticas entre ellos que algunos materializan como hermosas ondas de colores. Es probable también que hayas escuchado al decir coloquial de la gente, "esos andan en una nube" cuando ven a dos enamorados ensimismados, lo cual no es más que sin darse cuenta se ha percibido la interacción entre esos dos campos astrales. 

Entre la gente se producen numerosas interacciones a nivel astral. Grandes manchas de color de formas diversas atraviesan raudas la habitación pasando entre las personas que se hallen en ella. Algunas de estas manchas pueden ser agradables, otras no. Se puede sentir la diferencia. Es posible que el lector se sienta incómodo por una persona que se encuentra al otro lado de la habitación y que, aparentemente, ni siquiera ha advertido su presencia. (Brennan, 2008, p. 114)

De manera que este cuarto nivel del CEH sirve de vehículo para las sensaciones “hacia el alter” a través del deseo, afecto, devoción y del amor. Es la capa de las interacciones humanas con el entorno; es decir, Yo y las otras personas, Yo y los otros seres animados (plantas, animales), Yo y el planeta. (Brennan, 1994).  

Pero esas interacciones también aplican al Yo y las cosas u objetos inanimados:

Los pensamientos y sentimientos de una persona no sólo influyen en ella y en otras personas, sino que también impregnan a los objetos inanimados que la rodean, como así también a las paredes y al mobiliario. La persona magnetiza inconscientemente dichos objetos físicos, de modo que éstos tienen el poder de sugerir pensamientos y sentimientos similares a otras personas, dentro del alcance de su influencia. (Powell, 1927, p.43)


Esa conexión con todo lo que nos rodea es holográfica, lo cual hace que este campo del aura humana sea de vital importancia cuando de enfermedades y sanación de las mismas se trate por su interpenetración e interrelación con las tres primeras capas del CEH. Las relaciones (Yo-alter) afectan la salud de la misma manera que lo hace una mala alimentación. Para ahondar sobre las relación entre el binomio interrelaciones y salud, le recomendamos leer los capítulos  13, 14 y 15 del segundo libro de Barbara Brennan (1994)


El astral impide que seamos un "Yo bruto"

Una segunda función del nivel astral es servir como enlace catalizador entre los tres niveles o capas inferiores con las tres superiores. Como ya se dijo, se identifica el cuerpo astral con el chacra del corazón o Anahata precisamente porque el Anahata es el centro del amor y la frontera entre las tres capas aurales inferiores o terrenas (1ra, 2da y 3ra) y las capas superiores  o espirituales (5ta, 6ta y 7ma) últimas que se  identifican con el mundo espiritual, el mundo de la personalidad superior.

Dicho de otro modo, el campo astral interconecta los tres niveles del mundo terreno con los tres niveles más elevados asociados a la experiencia física, emocional y mental pero del mundo espiritual matizado por la fuerza del amor. Así lo expone Arthur Poweel en su libro dedicado al cuerpo astral, cuando indica que  “…sirve como puente y medio de transmisión entre el cerebro físico y la mente, la cual actúa en un vehículo de orden superior”. (1927, p.6).  

En forma sencilla, si no existiera este enlace catalizador todos nos comportaríamos con base a los  planos físicos, es decir, llevaríamos una vida instintiva, de actos involuntarios, satisfacción de  apetitos, bajas pasiones. Seriamos una especie de “Yo bruto” al relacionarnos. Pero esta cuarta capa permite el dominio de la mente para un actuar relacional consciente, nos ayuda a equilibrar las maneras negativas en que usamos la mente durante nuestra vida, mediante la incorporación del ejercicio de las cualidades superiores: el amor, la bondad, la tolerancia, el respecto, entre otros.  Con lo cual nos hacemos mejores seres humanos.  


Anatomía del cuerpo Astral


El tamaño, sutileza, color, movimiento y localización de los colores, que pueden ser percibidos por personas con elevada percepción extrasensorial, son indicativos de los sentimientos, pasiones y emociones del momento.

La extensión y grado de "sutileza" del campo astral dependerá de cuánto nos acerquemos a alejemos de ese "yo bruto". Mientras más cerca se esté a ese Yo, menos extensa, menos delineada y más espesa, a medida que nos alejemos se hace más sutil, bien contorneada y de más amplitud.

En cuanto a los colores de cuerpo astral se mencionarán algunos a manera ilustrativa, pero entre esos colores pueden encontrarse diferentes tonalidades, combinaciones de colores y distintos grado de brillantez, que en su conjunto darán cuenta del nivel y los tipos del sentimiento, emoción o de la pasión. [2] Por ejemplo: el rojo está asociado a la ira y a la furia; el naranja indica que se está en proceso de sanación o que hay dotes de sanador; el amarillo se encuentra cuando hay una fuerte actividad intelectual, sus variaciones en tonalidad denotan las diferentes áreas en que se desempeña ese intelecto; El verde es indicativo de adaptación a cambios que están operando o se van a dar en un futuro muy próximo; el rosado es el del amor;  el azul se relaciona con la creatividad o la devoción espiritual; violeta indica facultades psíquicas y espirituales elevadas. (Proyectopv.org, 2012, Brennan, 1994; Powell, 1927)

Animación de las vibraciones del campo astral


En fin, se debe indicar que el cuerpo astral mantiene una anatomía característica o "normal"  según la persona y el momento por el que vive, pero un cambo repentino de emoción hace que vibre inmediatamente todo el campo y, dependiendo de la fuerza de la misma, hace que cambie momentáneamente esa anatomía "normal" y el color correspondiente a ese repentino sentimiento o pasión se haga dominante en dicha capa. Caso típico sucede con un acceso de ira en que el color rojo manifiesto de esta pasión puede afectar todo el campo energético.  De manera que siempre es útil tener una impresión de la anatomía "normal" del cuerpo astral de la persona so pena de equivocarse y hacer un diagnóstico errado de la misma.  

El cuerpo astral da para más

Lo que pasa en los sueños astrales
Quedan cosas pendientes sobre el cuerpo astral, pero se han obviado ex profeso, porque son más complejas y su tratamiento requiere una disertación más larga y documentada, lo cual no es hacedero en estos cortos artículos de mi blogs, además que su uso entraña adquirir ciertas facultades, pericias y cuidados especiales que en sus aplicaciones requieren experticia  y muchas veces la ayuda de un guía experto. Me refiero asuntos tales como: los viajes astrales voluntarios e involuntarios, la actividad de la capa astral cuando dormimos, los viajes astrales durante el sueño, cuerpo astral y otras entidades y, por último, cuerpo astral y muerte.  

Referencias bibliográficas

Brennan, B (1994).  Hágase la luz. Manos que curan 2. Libergraff. S.A: España.

Gómez, P (2011). Manual Reiki Usui Tibetano Nivel I. Autor: Caracas

Powell, A (1927). El cuerpo Astral. Colección Teosofía. Consultado en diciembre del 2012 de la Web:
http://api.ning.com/files/henChGEBb-SOggeVI1G2SFS6Tq43wAW14wUvW7XzUBOA9NhOmjdlT8mAgZEc-MKYQxvjbf-l6PzdiI6tBjv*hksX7AmOiXdz/PowellArthurElCuerpoAstral.PDF

Proyectopv.org. (2012). El cuerpo astral y otros fenómenos celestiales. Consultado en diciembre del 2012 de la Web:
1http://www.proyectopv.org/1-verdad/117marcosesoterismocast.html

(Radiestesia.com. 2013). El cuerpo aural. Consultado en enero del 2013 del sitio Web: http://www.concienciadeser.es/radiestesia/principal.html

Imágenes bajadas de los siguientes sitios:


Auras interactuando







[1] Gómez, P (2011). Manual Reiki Usui Tibetano Nivel I. Autor: Caracas
[2] Hay que tomar en cuenta que los diferentes colores y matices tiene que ver con que las emociones, sentimientos y pasiones del ser humanos se encuentran  mezcladas.