Una forma de establecer el contacto con la naturaleza y la energía que ésta nos aporta a través de la luz, el viento, los sonidos naturales, es mediante una caminata de energía espiritual, por supuesto al aire libre. Si ya tienes el hábito de ejercitarte, toma una de esas caminatas para dedicársela más al espíritu que al cuerpo. Si no eres asiduo deportista “de a pie”, acude --por lo menos una hora cada mes-- a un parque, un río, al Ávila o a la playa, para hacer tu caminata de energía espiritual.
Es importante que te encuentres con ropa cómoda, también lo es que la asumas como un acercamiento a la “luz de la naturaleza” en combinación con la oración, para hacer tus peticiones. Lleva agua fresca para que consuma durante la actividad y tal vez alguna fruta.
Para comenzar
Antes de iniciar tómate unos momentos para relajarte. Para esto, busca un espacio libre de perturbaciones porque vas a orar, a pedirle a Dios, a La Virgen o a los Ángeles, que te auxilien en lo que requieras: salud, trabajo, resolución de problemas familiares, pagar deudas, por un ser querido, paz, mantener la jovialidad. Debes pedir en forma clara y concreta lo que quieres. Durante esos breves minutos (2 0 3) respira profundo y exhala con suavidad y siente la levedad de tu cuerpo.
A continuación......
Realizado esto, ya estás en disposición para comenzar tu recorrido que te puede llevar de media a una hora. Recuerda no es ejercicio físico el que se busca, sino la práctica espiritual. Durante el transcurso, observa las maravillosas cosas que hay a tu alrededor y detente cada cierto tiempo por breves momentos (si quieres puedes sentarte) para sentir o percibir la energía que emana de ellas. Por ejemplo, disfruta la brisa sobre tu cara, mira y admira los vívidos colores de los árboles y flores, escucha el canto de los pájaros y sus diferencias tonales, siente la calma que te produce el sonido de las olas o del correr de la quebrada, percibe el rico calor de los rayos del sol.
En cada uno de esos instantes siéntete feliz por lo que descubres y reafirma tus peticiones en positivo, me voy a curar de tal enfermedad, voy a conseguir trabajo en tal empresa, superaré este problema personal, me sentiré rejuvenecida, mi familiar va a recuperarse. Como ves, la reafirmación va a depender de lo que hayas pedido. Cada vez que reafirme da gracias a Dios por ayudarte.
Finalizado el paseo reflexiona acerca de la experiencia que tuviste y en cómo te sientes.
Lo más importante es la Fe con que la emprendas
